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Dónde

En un enclave único por su ubicación (en el frondoso Valle de Manzanedo y a la orilla del Ebro), su historia de más de 800 años que van desde su creación, su máximo esplendor, su casi desaparición y su rescate y sus valores artísticos y arquitectónicos (desde el más puro estilo cisterciense al barroco) han convertido el Monasterio de Santa María de Rioseco en uno de los principales atractivos turísticos y culturales del norte de la provincia de Burgos.

Qué podemos ver

El Monasterio de Santa María de Rioseco cuenta con la particularidad de ser una ruina pero en estado de conservación, esto es, podremos encontrarnos con partes bien conservadas, como la iglesia, y otras conservadas en parte como el claustro principal. Esta peculiaridad le otorga un aire mágico y a la vez permite descubrir secretos de la arquitectura que en edificio completamente construido son inapreciables.  Además hay espacios  que se han recuperado completamente en base a estudios históricos y arqueológicos como su jardín del abad repleto de plantas aromáticas con impresionantes vistas al valle de Manzanedo.

Salvemos Rioseco

Los artífices de evitar la total desaparición del monasterio de Rioseco son cientos de voluntarios y voluntarias, inicialmente agrupados en la Asociación Salvemos Rioseco y actualmente constituidos en Fundación. Este inmenso grupo humano se ha encargado de las labores de desescombro, limpieza, adecuación y visitas turísticas, salvando no sólo la espectacular obra arquitectónica conservada, si no generando un elemento de cohesión social y dinamización económica de su entorno.  Se han convertido en un ejemplo a nivel europeo de iniciativa ciudadana para la recuperación y conservación de nuestro patrimonio cultural.

Actividades en Rioseco

El Monasterio se encuentra abierto para la visita los 365 días del año, si bien de Semana Santa al puente del Pilar los fines de semana hay voluntarios y voluntarias que realizan visitas guiadas. Durante los meses de julio y agosto esta actividad se desarrolla todos los días de la semana

Los meses de verano Rioseco es además un incomparable marco para actividades culturales como conciertos, galas líricas, teatro y exposiciones.

Entre finales de julio y primeros de agosto se realiza la semana el voluntariado, donde decenas de personas contribuyen con su trabajo a la limpieza y adecuación de las partes del monasterio que quedan por recuperar. Con la supervisión de una arqueóloga voluntaria se trabaja cada año en una zona concreta que sirve para ampliar el área despejada y sacar a la luz nuevos secretos del antiguo monasterio.

Historia

Santa María de Rioseco tiene una curiosa historia de fundación, originalmente la comunidad monacal fue ubicada por Alfonso VII en 1135 muy al sur de la ubicación actual, en el páramo de Masa.   En 1184 Alfonso VIII trasladará ese mismo grupo de monjes hacia tierras de La Rioja, pero en un continuado acto de rebeldía y tras adquirir terrenos en el valle de Manzanedo los frailes sin comunicárselo, como era obligación al Capítulo General de la Orden, se instalarán en Rioseco, pero en una ubicación próxima a la actual.  Será en 1236 cuando, con la autorización de la Orden de Cluny, y tras una inundación del monasterio primitivo y la compra  de los terrenos actuales a la poderosa familia de los Velasco, comenzarán la fundación el actual monasterio.

El monasterio original se componía de la iglesia (actualmente conserva con algunas reformas) claustro, sala capitular, refectorio, dormitorio y almacén.  En el S XVII, debido a un importante repunte económico, se producirán importantes cambios arquitectónicos en el monasterio de los que nos han llegado a la actualidad el gran claustro renacentista de Juan de Naveda y los restos de la nueva Sala Capitular que se ubicará en lo que fue la antigua cilla o almacén.  El siglo XVIII supondrá el momento de mayor desarrollo arquitectónico del conjunto, con la construcción de un gran claustro de dormitorios de tres alturas, una escalera de comunicación de este claustro con el anterior, dependencias de hospedería, zona del Abad…

A partir del desamortización en 1835 el monasterio cae en manos privadas  que cedieron el uso de la iglesia al vecino núcleo de Rioseco y las granjas del entorno, mientras que las dependencias monacales se destinaron a distintos usos; viviendas, establos…  con un progresivo estado de deterioro.  L a iglesia mantuvo el culto hasta los años 70 del siglo XX cuando se cerró definitivamente, las mayor parte de mobiliario (retablos, imágenes de culto….) fueron distribuidas por iglesias del entorno y de Burgos capital.

Será a partir de ese momento cuando llegue el completo deterioro del conjunto que además se sufrir el abandono y la invasión de la vegetación será objeto de expolio de algunos elementos. 

En 2010 es cuando se pone en marcha lo que parecía una labor imposible y pero que no amedrento al primer grupo de personas voluntarias;  SALVAR RIOSECO