Cada año cuando comienza el frio, que en Burgos puede ser incluso en verano, nos surgen dudas sobre la temperatura a la que deben de estar nuestros Alojamientos de Turismo Rural.
A todos nos ha pasado alguna vez, encontrarnos la casa, cuando los clientes se han ido, con el termostato a 27ºC y las ventanas abiertas, cuando en el exterior hace frio. O en verano, que en la calle haga 28ºC, dentro de la casa haga 22ºC y los clientes se quejan de que hace frio, porque están en tirantes, en lugar de ponerse un jersey.
En esos momentos que sentimos indignación, no sabemos muy bien cómo actuar. Descartado entrar en un debate con los clientes, tenemos la opción de establecer tarifas más elevadas por la estancia contando con que se va a derrochar energía. Pero esta opción, además de ser una medida perjudicial para el medio ambiente, es también injusta con aquellos huéspedes que sí respetan el entorno y hacen un uso responsable de la energía.
Lo ideal es hacer ver a los huéspedes la importancia de mantener el termostato entre 20ºC y 21ºC durante el día, y de 15ºC a 17ºC por la noche, tal y como recomienda el IDAE.
Desde TURALBUR proponemos dejar escrito recomendaciones del uso de la calefacción en un cartel o folleto. Cada uno puede adaptarlo a su alojamiento, teniendo en cuenta otros factores, como el aislamiento de la casa, humedad, etc.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) es la institución pública que se ocupa, entre otras muchas cosas, de la divulgación sobre la eficiencia energética. La recomendación de dicha institución es que la temperatura ideal para un hogar oscila entre los 20-21ºC durante el día y los 15-17ºC por la noche.
Toma como referencia estos grados y procura no someter a debate lo que hay que poner en el termostato. Si alguien tiene frío, puede abrigarse más (mejor ponerse un jersey que derrochar energía). Si alguien tiene calor, puede abrigarse menos.
La recomendación del IDAE es que el termostato apunte a esos 20-21ºC pero solo cuando hay alguien en el hogar. Tanto durante la noche como cuando la casa está vacía, conviene bajar la temperatura.
En lo que a sensación térmica se refiere, no todos somos iguales. Están los frioleros, a los que recomendamos abrigarse más pero sin tocar el termostato, y los sofocones, a los que bastará con desabrigarse y beber más agua.
En el caso de que haya bebés, los pediatras recomiendan que la temperatura del hogar para un bebé oscile entre los 22º-24ºC por el día y los 18º-20ºC por la noche.
La ONU dice sobre el cuidado del medio ambiente.
Todos somos parte de la crisis climática global, y, para enfrentarla, nuestros esfuerzos por lograr la sostenibilidad ambiental también son esenciales. Todos debemos trabajar más y más rápido para que nuestro legado a las generaciones actuales y venideras sea un planeta habitable
Diseñado por ANUNAN Design